Antes de entrar en materia permitámonos aprender un poco acerca del
contexto histórico de esta zona, famosa por haber pertenecido a la
Orden de Calatrava, una orden militar y religiosa fundada en el siglo XII con el fin de mantener la seguridad cristiana frente a los ataques del
Imperio almohade en la Meseta y con sede en el
Castillo de Calatrava la Nueva y que, entre otras batallas, estuvieron en la destacada
Batalla de Las Navas de Tolosa, la cual supuso un duro golpe para los almohades establecidos en la Península, época en la que comenzaría su declive.
El camino fue largo, pero la vuelta lo fue más aún. De las exactamente doce horas y tres minutos que pasaron entre la partida desde el punto de reunión y hasta la vuelta al mismo, estuvimos aproximadamente seis horas de viaje. A media mañana hicimos una parada técnica en
Puerto Lápice, un pueblo con más turistas asiáticos que habitantes. Eso sí, todos muy majos. Algunos aprovecharon para comprar víveres en la panadería local (donde hacen unas magdalenas caseras estupendas, por cierto), otros para tomar un café, ir al baño o simplemente dar una vuelta por el turístico pueblo donde Don Quijote tuvo algunas de sus batallitas.
Algunos compañeros como Germán no desestimaron la oportunidad para hacer el chiste fácil sobre el volcán que hace la colada cuando lava.
El día fue soleado. No solo soleado, sino caluroso. ¿Estamos a las puertas de Noviembre y todavía hace tanto calor? ¿Qué está pasando?
Contexto geológico y cuaderno de bitácora
Entrando ya en el marco geológico de Calatrava, esta región es una zona volcánica con unos 270 centros de emisión distribuidos alrededor de sus 4.000 m² de superficie y que mantuvo su actividad a finales del
Mioceno, en torno a unos 8 Ma en un primer estadio y entre 4,7 y 1,7 Ma en un segundo y último estadio, ya en el Cuaternario. Esta actividad fue fundamentalmente estromboliana e hidromagmática y los magmas que aquí se encuentran son siempre básicos o ultrabásicos (tienen poco contenido en sílice).
Nuestra salida constó de tres paradas, todas ellas caracterizadas por notables estructuras volcánicas (como es evidente, ya que es lo que fuimos a ver).
La primera de las paradas fue en el volcán de La Yezosa, de tipo estromboliano, en una antigua cantera donde, y con el fin de ahorrarnos tecnicismos, diremos que se encuentran
basaltos y que, a groso modo, la sucesión estratigráfica era de
lapilli intercalado con los basaltos y bombas volcánicas.
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Fotografía del volcán de La Yezosa desde la cantera. |
Como anécdota, cabe destacar el sulfuroso olor que traían los vientos, dado que no muy lejos de ahí se encuentra un vertedero de residuos urbanos. Si hay gaviotas y no estás cerca del mar... malo. Antes de abandonar el lugar visitamos también la colada de lava, o lo que queda de ella.
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Efecto de la colada de lava sobre el paisaje alrededor de La Yezosa. |
La segunda parada, ya sin gaviotas, fue el volcán de Cerro Gordo, un volcán de actividad hidromagmática (un poco de agua, una pizca de vulcanismo y ¡pum! tenemos un
maar). Sobre la trinchera a ambos lados de la carretera se levantó otra columna estratigráfica, donde las unidades, obviando las peculiaridades, eran similares a las de La Yezosa.
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Trinchera de la carretera donde se aprecia la sucesión de las unidades litológicas |
La tercera y última parada, ya después de comer en la plaza de
Valenzuela de Calatrava, visitamos el volcán del Morrón de Villamayor, el más antiguo e impresionante de todos. Este emplazamiento fue canterado para las obras del AVE, sin tener en cuenta la singularidad de este afloramiento, único en España y posiblemente en Europa. Se trata de una roca ultrabásica muy porfídica (algo raro en rocas volcánicas) con
olivinos de tamaño considerable.
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Cantera en el volcán del Morrón de Villamayor. |
Se ha estudiado que este magma es de origen mantélico, algo raro en Europa, lo que convierte a este volcán en una zona muy interesante a nivel científico.
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Olivinos del Morrón de Villamayor. En estado natural a la izquierda y alterados a la derecha. |
En la próxima semana... visitaremos los granitos de la Sierra de Guadarrama y hablaremos de las peculiaridades de esta zona.
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